El vídeo ha estado presente en casi todas la noticias de los últimos tiempos, pero ¿están siendo las grandes compañías de tecnología juzgadas por lo que necesitan sus usuarios?
Desde el gran lanzamiento de Amazon con su contenido Prime a la tecnología de vídeo utilizada en los vehículos autónomos, la expansión de la industria de video parece ilimitada en este momento. Sin contar el valor que le ha dado Facebook a dicha industria, a la vez que relega el contenido de vídeo a través de sus algoritmos y, según reportes, apostandole para ser el próximo YouTube en la industria de los vídeos móviles, lo que provocó que la directora ejecutiva de YouTube Susan Wojcicki declarara que Facebook debería “volver a las fotos de bebé”.
Pero existe un aspecto más fundamental de vídeo que las grandes compañías se han pasado por alto. No obstante, en estos tiempos casi cualquier persona con un computador puede abrir un documento de Word o Drive y empezar a escribir, cortar, pegar, insertar, y una infinidad de opciones más. La flexibilidad del procesamiento de texto es impresionante cuando observamos todas las herramientas de edición existentes.
Sin embargo, el audio y el video no tienen el mismo nivel de posibilidad para su edición, provocando una regla general para el diseño vanguardista, la cual dice que “cuanto menos simple sea algo, menos usuarios tendrá”. Sería razonable esperar que el contenido de vídeo se volviera mucho más popular si los usuarios supieran que podrían editar su pieza de forma fácil y rápida, y subirla a donde fuese necesario sin tener que depender de múltiples plataformas.
Como sucede a menudo con la tecnología, en algún lugar del planeta existe una persona trabajando en el problema, y es sólo cuestión de tiempo para encontrarla. En esta caso es Clipchamp, el software de edición de vídeo que viene con una gran cantidad de características haciendo muy simple su funcionamiento.
“Lo que buscamos lograr es que la video creación sea un poco más accesible para la gente que no tiene el conocimiento especializado para ello”, dijo el cofundador Tobias Raub. “Intentamos hacerlo lo más simple posible y ocultar la complejidad detrás de la interfaz de usuario.”
Los planes para esta plataforma van más allá de la simple edición. Existe un enfoque extremo a extremo en la toma de un vídeo desde donde se filma hasta su destino. Con este fin Clipchamp lanza ahora una actualización importante a su plugin de grabación de vídeo para WordPress que permite a los usuarios subir contenido, el acto de hacerlo se convierte automáticamente y comprime el archivo mientras lo envía directamente a la nube del sitio web.
El plugin actualizado trabaja de la mano con el nuevo editor de WordPress, Gutenberg y viene con una integración para Gravity Forms, permitiendo a los usuarios enviar vídeo a través de la funcionalidad ya mencionada. Lo más sorprendente de este software, es que incluye un icono para el editor de WordPress que permite grabar vídeo en tiempo real, haciendo que el producto final sea agregado a cualquier publicación o página con la misma facilidad que los botones de medios sociales.
“Con la API de Clipchamp y su plugin de WordPress, el objetivo principal es dar una opción a los propietarios de sitios web la posibilidad de que sus usuarios puedan enviar cómodamente sus vídeos, lo que se ha visto más complicado en el pasado, teniendo que usar Flash por ejemplo”, dijo Raub.
La funcionalidad tiene un conjunto más amplio de posibilidades que los puestos de medios sociales simples. Desde las asignaciones de los estudiantes, pasando por testimonios y comentarios de los clientes, pasando por revisiones de entrenamiento deportivo y hasta llegar al periodismo ciudadano. Preguntarle a alguien “¿Para qué sirve escribir?” parecería absurdo, y si la producción de vídeos fuera igualmente simple, hacer la misma pregunta sobre los usos del vídeo sería igualmente absurdo.